enero 23, 2009

Las mil bolitas
















El 9 de julio pasado , cumplí 65 años y cuanto más envejezco, más disfruto de las mañanas de domingo...
Tal vez, es la quieta soledad que siento por ser el primero en levantarme, o quizá el increíble gozo de no tener que ir al trabar... de todas maneras, las primeras horas de un domingo son en extremo deliciosas.
Una mañana, desayunaba como de costumbre, con una humeante taza de café en una mano y el periódico en la otra.
Lo que comenzó como una típica mañana de domingo, se convirtió de pronto en una de esas lecciones que la vida quiere darnos de vez en cuando.
En la sección literaria del diario, aparecía un cuentito.
Con curiosidad comencé a leerlo. Se trataba de un supuesto dialogo entre dos personas.
Uno de ellos, le comentaba a el otro, algo acerca de "unas mil bolitas"...
Quedé intrigado y me detuve para leer con atención:

"Bueno, parece que estás muy ocupado con tu trabajo.
Estoy seguro de que te pagan bien, pero es una lástima que tengas que estar fuera de casa y lejos de tu familia tanto tiempo. Es difícil imaginar que un hombre joven tenga que trabajar sesenta horas a la semana para sobrevivir.
Qué triste que te perdieras el partido de fútbol de tu hijo. Déjame decirte algo, algo que me ha ayudado a mantener una buena
perspectiva sobre mis propias prioridades".
Y entonces fue cuando comenzó a explicar su teoría sobre las "mil bolitas".

"Un día me senté e hice algo de aritmética. La persona promedio vive unos setenta y cinco años, algunos viven más y otros menos, pero en promedio, la gente vive unos setenta y cinco años.
Entonces, multipliqué 75 años por 52 semanas por año, y logré 3.900 que es el número de sábados que la persona promedio habrá de tener en toda su vida.
Seguime, que ahora voy a la parte importante.
Me tomó hasta que casi tenía cincuenta y cinco años pensar todo esto en detalle, y para ése entonces, con mis 55 años, ya había vivido más de dos mil ochocientos sábados!!!
Me puse a pensar que si llegaba a los setenta y cinco años, sólo me quedarían unos mil sábados más que disfrutar...
Así que fui a una juguetería y compré cada bolita que tenían.
Tuve que visitar tres negocios para conseguir 1.000 bolitas.
Las llevé a casa y las puse en una fuente de cristal transparente, junto a mi escritorio.
Cada sábado a partir de entonces, he tomado una bolita y la he tirado.
Descubrí que al observar cómo disminuían las bolitas, me enfocaba más sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida.
No hay nada como ver cómo se te agota tu tiempo en la tierra, para ajustar y adaptar tus prioridades en esta vida.
Esta mañana, saqué la última bolita de la fuente de cristal... y entonces, me dí cuenta de que si vivo hasta el próximo sábado entonces me habrá sido dado un poquito más de tiempo de vida... y si hay algo que todos podemos usar es un poco más de tiempo.
Adiós, y espero que puedas estar más tiempo con tu familia.
Hasta pronto, se despide el hombre de 75 años ¡Buen día!".

Yo creo, que necesito comprar algunas bolitas...

Alguien dijo...
"LA MUERTE ESTA TAN SEGURA DE SU VICTORIA, 
QUE NOS DA TODA UNA VIDA DE VENTAJA"

Gracias a todos, por animarse a "volar" un poquito junto a mi.

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...